La idea es brillante: ¿por qué no almacenar energía en enormes esferas huecas de hormigón en el fondo del mar o de un lago? Que esto funciona quedó demostrado hace unos años en un proyecto piloto en el lago de Constanza. Como parte de la reestructuración de la zona minera de lignito de Renania, conocida como Rheinisches Braunkohlerevier, 500 unidades de almacenamiento colocadas a unos 400 metros de profundidad, en el lecho del proyectado lago de cantera, podrían suministrar pronto electricidad cuando sea requerida. Un estudio de viabilidad lo demostrará.
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