Si bien el empleo del GRC (hormigón armado con fibra de vidrio) se remonta a hace más de medio siglo, no ha sido hasta los últimos años cuando se han incrementado sus grandes posibilidades estéticas y funcionales, siendo cada vez más una de las opciones preferidas por innumerables estudios de arquitectura que quieren dotar a su proyecto de una identidad propia. Frente a la versión más pesada del hormigón, en forma de elementos prefabricados de hormigón armado, el GRC permite trabajar con espesores mucho más finos, aligerando el peso tanto de los propios elementos como de los sistemas que los soportan.
Subscribe to magazineContact
www.andece.org