Con una tecnología del hormigón innovadora es posible reducir el impacto ambiental –por ejemplo las emisiones de efecto invernadero (Global Warming Potential, GWP) y la "energía gris" incorporada (demanda de energía primaria total, EPt)– del hormigón, el material de construcción más utilizado del mundo. Los llamados "ecohormigones" o los ligantes que se utilizan para ello con un reducido contenido de clínker de cemento portland presentan además, en general, una evolución más lenta de la resistencia. No obstante, la producción de producción de prefabricados requiere una evolución rápida de la resistencia para poder acortar el tiempo hasta el desencofrado. Además, las normas descriptivas estipulan un contenido de ligante mínimo y un valor máximo de la relación agua-ligante (valor a/l), entre otras cosas para garantizar la durabilidad del hormigón que con hormigones especialmente respetuosos con el medioambiente no se puede cumplir. Este artículo presenta en la primera parte cómo se pueden diseñar hormigones ecoeficientes con la idea del microfíller y ecofíller combinados. En comparación con el hormigón convencional para los prefabricados tienen un menor impacto ambiental y una buena trabajabilidad orientada a la producción, así como una elevada resistencia inicial. Se mostrarán ejemplos prototípicos de Austria.
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