La proporción de productos para la jardinería y paisajismo con tratamientos superficiales ha aumentado continuamente en los últimos años debido a la creciente importancia del aspecto y la facilidad de limpieza de los productos de hormigón de alta calidad. La aplicación adecuada de los correspondientes sistemas de tratamiento superficial puede aprovecharse, por ejemplo, para reducir la absorción de agua de las superficies del producto y, de este modo, también mejorar el comportamiento frente a la suciedad y la facilidad de limpieza de los productos con relación a, por ejemplo, aceites, grasas, zumos o vino. Además de mejorar el comportamiento frente a la suciedad y la facilidad de limpieza, la aplicación de tratamientos superficiales frecuentemente también conduce a una reducción de la tendencia a la aparición de eflorescencias de los productos (véase el capítulo 6 de [L1]).
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